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Zarzalejos reclama un plan integral para recuperar el patrimonio en todo su esplendor

Momento de la inauguración de las fiestas patronales de San Clemente, que se celebró a las puertas del Teatro Guerra por los daños del monumento tras los seísmos. :: SONIA M. LARIO / AGM

Momento de la inauguración de las fiestas patronales de San Clemente, que se celebró a las puertas del Teatro Guerra por los daños del monumento tras los seísmos. :: SONIA M. LARIO / AGM

«Cuando hay muerte, lesiones, destrucción y angustia, el pregón festivo no puede refugiarse en un ejercicio literario, ni en un sofisticado relato histórico y, mucho menos, en una lamentación, ni en una arenga populista ni, en definitiva, en un mitin». Estas fueron las primeras palabras del pregón que ayer al mediodía ofreció en la Plaza de Calderón de la Barca el escritor y periodista José Antonio Zarzalejos Nieto. Y así fue, el pregón de este año fue el «de la reivindicación sobria», de una sociedad lorquina «que espera no tanto lo que se le prometió, sino aquello que le es debido».

El vasco dio las gracias «por ofrecerme el privilegio que supone asumir la responsabilidad de dirigirme a todos los lorquinos en un momento difícil y comprometido de la ciudad». Y reiteró que era un «honor extraordinario, pero difícil de replicar con acierto», el dirigirse a la sociedad de Lorca, «aquí, en lo que es, sin duda, la zona cero de una desolación nacional que, inadvertidamente, de repente, con una violencia extraordinaria, causó la madre tierra que se movió convulsamente, en dos movimientos sísmicos aquel malhadado 11 de mayo pasado».

Se refirió a las «encomiables» muestras solidarias con Lorca. «Todos estamos al tanto del aluvión de visitantes en las horas posteriores a la tragedia», pero también ensalzó una queja firme: «Todo eso está bien, pero, digámoslo alto y claro, la ayuda debida y exigible llega lenta e insuficiente». Agregó que «no es una fabulación, sino, por desgracia, una triste realidad».

Más allá de las estadísticas y los calendarios, «el sentimiento general de Lorca es que la reconstrucción de la ciudad está siendo preterida, que la dimensión de la tragedia del 11 de mayo no se ha relatado con el énfasis debido, que hay un cierto desmayo de aquel impulso inicial que auguraba una rápida rehabilitación, que quizás, en el tumulto de acontecimientos que nos preocupan día a día, la tragedia de Lorca ha quedado retrasada en las prioridades nacionales».

La reivindicación del pregonero también abarcó al patrimonio histórico artístico. «Esta ciudad necesita, requiere, un plan integral inmediato, dotado presupuestariamente de manera extraordinaria y suficiente, para rehacerse, porque en la reedificación de Lorca, en su refundación nos jugamos la certeza de la solidaridad nacional que la Constitución Española sitúa nada menos que en su artículo segundo».

Zarzalejos hizo un llamamiento a la solidaridad: «Invocamos desde esta plaza de Lorca al derecho, como parte de la Nación española, y por mandato de la Constitución, a que España entera -su Estado- sea solidaria con esta ciudad, pero que lo sea de manera efectiva, tenaz, suficiente y hasta sus últimas consecuencias».

Añadió que «abundan las buenas intenciones y las promesas. Pero los hechos son los que son y a medio año de la catástrofe se percibe, sin necesidad de especial indagación, una corrosiva sensación de soledad y abandono en la conciencia colectiva de la sociedad lorquina».

Sus últimas palabras fueron para animar a los lorquinos a «disfrutar del festejo popular» que, dijo, es «una actitud también solidaria con vosotros mismos, con la sociedad lorquina. Puede que muchos de vosotros no tengáis ni cuerpo ni alma para hacerlo, pero a la tristeza hay, en ocasiones, que domeñarla para que no añada más peso a las penas, ni sobrecargue de angustia nuestros temores. Ha pasado lo peor. Lo que está por venir convertirá la tragedia padecida en una histórica oportunidad de progreso», concluyó.

Fuente: La Verdad