Patrimonio por Lorca Rotating Header Image

Paco Montoya

Sin olés en Lorca

Sin olés en Lorca

Sin olés en Lorca

Una plaza de toros sin olés es como un jardín sin flores. Así está la de Lorca. Triste, enmudecida y llena de cascotes, tantos que un paseo por sus entrañas es más una carrera de obstáculos que un paseo. Hay que sortear escombros, esquivar puntales, hacer ‘trapecismos’ en los viejos peldaños de madera. Si no se ve el auxilio del ruedo, al fondo, no parece una plaza, sino una galería en el infierno. Uno de sus dueños es Paco Montoya. Pantalón blanco, chaqueta y corbata oscuras, hace de cicerone con cierto dandismo, como un pincel. Se nota que para él la apostura no es un arreglo de un momento, sino una forma de vida. Y dice que la plaza de toros de Lorca no es una más, sino la más hermosa de la Región. ¿Por qué? «Porque en sí misma es puro arte», dice.

Inaugurada en 1892, fue reconstruida en 1945. Se mantenía con cierta apostura, como su dueño, desde entonces, pero los terremotos la desbarataron de tal modo que es más el acojone que la curiosidad por caminar bajo el tendido. «Los arcos están destrozados y hay fisuras en el tendido. Hay mucho por hacer», dice Montoya. (más…)