En las iglesias de San Diego, San José, Santa María, San Juan y San Pedro, veintinueve meses después de los terremotos, aún no se ha movido ni una sola piedra. Los cinco templos fueron sometidos a obras de emergencia en los meses posteriores a los seísmos para evitar un progresivo deterioro. Consistieron en apuntalamientos e instalación de corses de acero para evitar que sus torres se agrietaran. Sin embargo, las rehabilitaciones previstas y anunciadas aún no han comenzado, a pesar de que el ‘Plan Director’ prevé las cantidades que se destinarán a cada uno de los monumentos.
Hay una iglesia más de la que nada se sabe. Se trata de la de Cristo Rey, en el barrio de La Viña, la ‘zona cero’ de los terremotos. El templo resultó gravemente dañado durante los movimientos sísmicos pero fue la demolición del edificio Grial, contiguo al templo la que provocó su derrumbe al precipitarse sobre él. (más…)