
El ángel de uno de los mausoleos de la calle central, tirado en el suelo tras desplomarse. :: S. M. L. / AGM
Presidía la entrada del cementerio de San Clemente. Majestuoso, blanco y de piedra, no pasaba desapercibido para nadie. Era el ángel del camposanto. Una especie de personificación de ese algo al que los familiares confiaban el descanso eterno de sus seres queridos. Ha caído. El ángel de uno de los mausoleos del recinto funerario no ha aguantado la embestida de los terremotos del pasado 11 de mayo y se ha desplomado. Boca abajo, aguarda a que los operarios lo rescaten para devolverlo algún día a su pedestal. Un lugar desde el que seguir siendo guardián de las despedidas entre los que se quedan y los que se van.
De entre los restos de una lápida descolgada de uno de los nichos se puede recomponer el ‘descanse en paz’ que nunca un terremoto debería haber alterado. Afortunadamente, las estructuras colectivas no han sufrido daños graves, sólo pequeños desprendimientos. Peor paradas han salido las capillas, especialmente el conjunto histórico que está declarado Bien de Interés Cultural. La mayoría de estos panteones se encuentran en las calles principales del cementerio. (más…)