Las previsiones iniciales se desbordaron y más de 1.400 peregrinos hicieron ayer el ‘camino’ por Santiago. Recorrieron los diecinueve templos que resultaron dañados por los terremotos del pasado 11 de mayo en un día en que se conmemoraban diez meses de los movimientos sísmicos.
El párroco de Santiago, Eduardo Sánchez Carrasco, se emocionaba al contemplar los aledaños de su iglesia, derrumbada por los seísmos, rodeada de público que esperaba su bendición para iniciar el ‘camino’. Bebés de apenas unos meses cuyos carritos empujaban sus padres, niños, jóvenes, mayores y hasta ancianos recorrieron cada uno de los templos que exhibían en sus torres y sus paredes las heridas provocadas por los terremotos.
San Pedro, San Patricio, San Juan, Santa María…, aparecían con sus puertas blindadas para evitar el acceso por el peligro que presentan de derrumbe. Otras como la de Cristo Rey, ni siquiera existe, ya que se derrumbó al caer sobre ella un edificio de viviendas cuando iba a ser demolido. Pero durante la marcha también hubo mucha alegría y esperanza, ya que la amplia participación permitirá dar un gran empuje a las obras de Santiago.
El final de la marcha fue en el Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas y desde allí, un corto recorrido hasta el recinto ferial de Santa Quiteria. En ese lugar, se celebró la Misa del Peregrino. En las ofrendas, como no podía ser de otra forma, hubo ladrillos, cemento y yeso. El párroco de Santiago dio las gracias una y otra vez a todos por su ayuda y repitió el lema de la marcha ‘Santiago siempre de pie’. En la organización, medio centenar de personas de la Asociación Lorca Santiago y el Club senderista La Carrasca. Hubo una comida de hermandad, un arroz con costillejas, que hizo Miguel Quiñonero, el pedáneo de Purias.
Fuente: La Verdad