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Recuperan los toques de antaño

Una vista del casco antiguo de la ciudad con el Castillo al fondo desde el campanario de la iglesia de San Francisco. :: PACO ALONSO / AGM

Una vista del casco antiguo de la ciudad con el Castillo al fondo desde el campanario de la iglesia de San Francisco. :: PACO ALONSO / AGM

El campanario de San Francisco nos recuerda cada mediodía que es la hora de el ‘Ángelus’. Lo hace como antes, con un toque que incluye hasta un repique en el que participan varias de sus campanas. El reloj de la sede religiosa de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, marca las horas con toques que nos indican en qué momento del día nos encontramos. Y ahora, además, también incluye los cuartos, idénticos a los del reloj de la Puerta del Sol.

Pero la restauración también ha incluido todo un abanico de nuevos toques entre los que se incluye el de ‘agonía’ que anunciará el fallecimiento de los mayordomos del Paso Azul y de las asociadas de la Santísima Virgen de los Dolores, según su presidenta, Joaquina Gil Arcas, que afirmó que «recuerdo que cuando era pequeña las campanas de la iglesia de San Cristóbal tocaban a agonía cuando alguien fallecía. Por los toques, sabías si era un hombre o una mujer».

El sábado, las campanas de San Francisco se tiñeron de luto por primera vez después de su restauración por el fallecimiento del presidente de honor del Paso Azul, Joaquín Gimeno Mouliaá. En señal de homenaje marcaron el toque de ‘Agonía’. Los toques se oyeron con respeto en la calle.

La restauración también ha propiciado una nueva ubicación para las tres campanas de San Francisco. San Pedro, procedente de la iglesia del mismo nombre; Virgen de los Dolores, que pagaran los regantes para que los agricultores pudieran saber sus horarios de riego; y la Dolorosa, la última en llegar al campanario y que se estrenó con motivo de la coronación canónica de la Santísima Virgen de los Dolores. A ellas, se sumó en la Semana Santa del pasado año la Carraca, que toca el Viernes Santo cuando el Cristo de Yacente inicia su periplo procesionil.

Todas ellas, han sido colocadas de forma que ahora pueden repicar. Se han situado elevadas del suelo y apoyadas en un madero que propicia un sonido distinto, aunque aún lo hacen en un tono más bajo del que podrán hacerlo en un futuro. «No tocan a pleno rendimiento para evitar fuertes vibraciones, ya que aún hay muchos inmuebles muy dañados por los terremotos y no es aconsejable», añadió Gil Arcas.

Visibles desde el exterior

Las campanas, en un bronce limpio, se pueden contemplar desde el exterior. Lucen magníficas y muchos son los que al paso por San Francisco esperan unos minutos hasta la hora en punto para oírlas sonar. «Hacía mucho tiempo que no oíamos el sonido de las campanas y todos estamos un poco emocionados cuando suenan», contó Joaquina Gil. Las campanas de San Francisco llamarán también a misa cuando se inicien las celebraciones eucarísticas en el templo. Nuevos toques se irán sumando en los próximos meses, ya que el repertorio es amplio. La recuperación de todo el sistema ha sido posible gracias a una donación desinteresada.

Fuente: La Verdad