Moros y cristianos se enzarzaron en una pequeña refriega ante los espectadores. Pedro A. Martín Castaño
La lluvia deslució ayer los actos programados en Lorca con motivo de la festividad de su patrón, San Clemente, que se celebran cada 23 de noviembre con la tradicional subida al castillo. Sin embargo, la presencia en la Fortaleza de las copas de los campeonatos de Europa y del Mundo, ganadas por la Selección Española de fútbol, fueron el motivo por el que cientos de personas decidieron subir al castillo, pese al mal tiempo reinante durante toda la jornada.
El número de personas que ayer visitaron la Fortaleza del Sol con motivo de la jornada de puertas abiertas promovida por el ayuntamiento y Lorca Taller del Tiempo estuvo en torno a las 3.000, mientras que el año pasado la cifra alcanzó las 6.500. Hay que resaltar, asimismo, que no todos los visitantes entraron en el recinto amurallado, sino que prefirieron pasar su tiempo en los alrededores de la Fortaleza, la zona de Los Pilones y las montañas aledañas.
La lluvia también impidió la realización de talleres y juegos con personajes medievales que se había previsto en la alcazaba, así como el arroz solidario que varios cientos de personas iban a degustar para celebrar la fiesta del patrón y, al mismo tiempo, contribuir con un euro a los fondos de la Mesa Solidaria.
La exhibición de cetrería no se pudo contemplar en todo su esplendor pese a la presencia de animales en la zona. Los camellos tampoco pudieron exhibirse para desilusión de algunos visitantes, especialmente los niños.
A media tarde se registró el visitante 2011, Andrés Pernías Chumillas, que fue obsequiado con una bolsa de regalos y un diploma.
Aunque mucho más reducido de lo habitual en cuanto al número de participantes, el mal tiempo dio un respiro a los organizadores para representar una mini refriega entre moros y cristianos. Posteriormente, en el interior del recinto se celebró el acto de capitulación con la entrega de llaves y espada. Con este acto se rememora la leyenda de la conquista del castillo por el infante don Alfonso, quien posteriormente se convertiría en Alfonso X El Sabio.
Fue, en suma, una jornada para conmemorar y revivir el glorioso pasado de la ciudad, frontera entre el reino cristiano y el reino nazarí de Granada.
Posponen un homenaje
El mal tiempo obligó ayer a posponer el acto de homenaje a las víctimas y heridos por los terremotos que se iba realizar en la plaza de España y que consistía en el descubrimiento de una placa en la fachada principal del Ayuntamiento que servirá, asimismo, para homenajear a los colectivos y personas que trabajaron y siguen trabajando por la ciudad.
Fuente: La Opinión de Murcia