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Comienzan las obras para proteger los edificios históricos de las lluvias

La coronación de los muros de la iglesia de Santiago ya ha sido cubierta con geotextil para impermeabilizar los muros. :: PACO ALONSO / AGM

La coronación de los muros de la iglesia de Santiago ya ha sido cubierta con geotextil para impermeabilizar los muros. :: PACO ALONSO / AGM

Los monumentos se están cubriendo con geotextil para evitar que el agua de lluvia se filtre en el interior de los muros. Se trata de la segunda fase de las obras de emergencia que pretende evitar el progresivo deterioro del patrimonio lorquino como consecuencia de las inclemencias del tiempo. 19 edificios históricos están incluidos en las ayudas excepcionales a la protección del patrimonio cultural afectado por los terremotos con un coste de 1,16 millones de euros.

Las actuaciones se acometerán en los inmuebles seleccionados que son: la Colegiata de San Patricio, las iglesias de Santiago, del Carmen de San Diego y de San Francisco, el conjunto monumental de Santo Domingo y el de la Virgen de las Huertas, el Casino, las casas del Coronel Potouse, Guevara, Ponce de León, Gimeno Baduell y de los Iruritas, los panteones modernistas del cementerio de San Clemente, la Fuente del Oro, el convento de Santa Ana y la Magdalena de Clarisas y tres inmuebles residenciales.

La identificación de estos 19 inmuebles «en los que resulta imprescindible e inaplazable actuar para garantizar su protección frente a fenómenos meteorológicos», ha sido realizada por técnicos del Ministerio de Cultura, de la Dirección General de Bienes Culturales y del Ayuntamiento de Lorca, que en los últimos días los han recorrido para conocer in situ el estado de necesidad que presentaban.

Los técnicos han priorizado las actuaciones y en algunos ya se ha comenzado a trabajar como es el caso de la iglesia de Santiago, a la que se sumará en solo unos días la capilla del Monasterio de Santa Ana y la Magdalena de Clarisas. Los trabajos consistirán en el rellenado de agujeros de las coronaciones y de las cabezas de los muros a base de mortero (cal y arena).

A continuación se colocará un geotextil, una especie de tela de color blanco impermeable para evitar que el agua se filtre al interior de los muros. Sobre ella, se volverá a echar una nueva capa de mortero. Las tareas concluirán con el montaje de un andamio que sobrevolará los muros y que sujetará una chapa ondulada para evitar que la lluvia llegue al interior de los monumentos y sus daños se sigan agravando. Las chapas llevarán suficiente pendiente para que el agua salga al exterior de los monumentos.

Fuente: La Verdad