Un aparejador municipal anota los daños en una de las salas. :: P. ALONSO / AGM
Poco se ha hablado de él en los últimos cinco meses, pero el Huerto Ruano es otro de los edificios municipales que han resultado dañados por los terremotos del pasado 11 de mayo. Bien es cierto que su diagnóstico no es grave, en parte debido a los trabajos de restauración que se llevaron a cabo en el inmueble hace una década. No obstante, este edificio del siglo XIX, utilizado como centro cultural, permanecerá cerrado.
Su cierre supone la pérdida de un espacio público más en el que desarrollar actividades culturales, pero desde el Consistorio matizan que la reapertura no es posible hasta que no se realicen las obras de reforma del interior, sobre todo en el caso de la planta baja y primera, las más afectadas. En ambas plantas aún permanecen en el suelo los restos de tabique que se han descolgado de los muros de carga, que parecen haber aguantado bien el envite de los seísmos.
El hueco de la escalera de mármol también está afectado. Afortunadamente, las pinturas del techo, del pintor Manuel Wssel de Guimbarda, no han sufrido daño alguno, al igual que el conocido como salón árabe por su peculiar decoración. Las grietas sí recorren la pared de la escalera y de las salas de exposiciones. En el exterior, los daños se han manifestado en alguna de las cornisas y en los arcos del jardín que dan acceso a la puerta trasera del palacio.
Los técnicos de la Concejalía de Empleo visitaron ayer las instalaciones para hacer un balance de los daños de cara a la elaboración del proyecto que permita acometer, en el menor tiempo de plazo posible, el arreglo de las zonas afectadas. Los funcionarios destacaron el «buen comportamiento» de las molduras de los techos y de los balcones, aunque los suelos de algunos de ellos serán objeto de una revisión más minuciosa para evitar que se desprendan algunas partes como ya ocurrió en una balconada del edificio del Archivo Municipal, en la antigua casa de los Alburquerque. Esta villa urbana fue mandada construir por Raimundo Ruano Blázquez. Las obras comenzaron en la segunda mitad de 1877 y finalizaron en 1879.
Fuente: La Verdad