Patrimonio por Lorca Rotating Header Image

El Castillo recupera uno de sus accesos tras la consolidación de la ladera

La máquina retroexcavadora trabaja en la ladera cubierta por las redes metálicas que sujetan las rocas. :: SONIA M. LARIO / AGM

La máquina retroexcavadora trabaja en la ladera cubierta por las redes metálicas que sujetan las rocas. :: SONIA M. LARIO / AGM

Con cuentagotas van llegando buenas noticias sobre la reconstrucción de la ciudad. El próximo martes se abrirá al tráfico uno de los dos accesos habituales al castillo, cortados desde el pasado 11 de mayo por los desprendimientos de rocas y las posteriores obras de urgencia para consolidar la ladera. Así lo confirmaron ayer los concejales Ángel Meca y Francisco Montiel. «A pesar de que aún queda un mes y medio de trabajos en el macizo rocoso, los técnicos ya han garantizado la seguridad en el carril que habitualmente era de bajada de la alcazaba, el más próximo a la ciudad», señalaron.

El mismo martes finalizará la instalación de una barrera dinámica de cinco metros de altura con capacidad de absorción de energía de 2.000 kilojulios. Cubrirá cuatrocientos metros lineales de las zonas en las que se está actuando. La empresa encargada de la consolidación continuará reforzando las medidas de prevención en este lateral con una barrera de contención de aproximadamente 4.000 metros cuadrados, anclada con unos bulones de seis metros de longitud y que soportará una absorción de seis toneladas por metro cuadrado.

Las zonas en las que se está trabajando en la actualidad y cuya ejecución ya se encuentra al 40%, según indicó ayer el edil de Obras, son en las que se produjeron los mayores derrumbes, con desprendimientos de rocas con altura superior a los seis metros y pesos superiores a las setenta toneladas. De hecho, una piedra de más de 10 toneladas rodó por la ladera destrozando la carretera a su paso y terminando su recorrido a escasos centímetros de la pared posterior de una casa.

El resto de las rocas, junto con una parte de la muralla desprendida, se encontraban en la ladera en equilibrio y con riesgo de desplazarse, bien por la propia compresión de las piedras más pequeñas que hacían efecto de cuña, bien por efecto de nuevos movimientos sísmicos o por la acción de agentes atmosféricos como la lluvia.

«El tratamiento y las actuaciones que se están realizando incluyen el volteo y picado del material desprendido mediante retroexcavadora de orugas de 35 toneladas provista de martillo picador. El material así tratado se mantendrá en la zona a modo de canchal por lo que no será necesario su traslado a vertedero», matiza el edil de Obras.

El informe redactado por la empresa especializada que analizó la situación del macizo tras los terremotos determinó además que en el ramal que discurre entre el depósito de aguas y el final de las casas de los barrios altos, se produjeron tres derrumbes de rocas que se quedaron a 10,60 y 80 metros, respectivamente, del edificio del depósito.

Fuente: La Verdad