Demolición ayer mañana de un inmueble situado en la calle Paradores junto al Archivo Municipal en pleno casco antiguo. :: PACO ALONSO / AGM
Operarios de empresas especializadas en demoliciones tienen previsto derribar hoy un total de nueve edificios, dos meses después de que dos terremotos devastaran la ciudad causando daños de distinta consideración en el 80% de las edificaciones.
El primero de los derribos controlados comenzó ayer en una calle perpendicular a Selgas, a pocos metros del Palacio de Los Alburquerque, sede del archivo histórico municipal, cuya fachada ha tenido que ser apuntalada tras el desplome, hace dos semanas, de uno de sus balcones.
En este caso, la demolición -que hoy continuará- afecta a una vivienda unifamiliar de dos plantas, en estado de ruina tras los terremotos del 11 de mayo, mientras que los otros derribos comenzarán a primera hora y corresponden a ocho bloques de edificios, de cuatro plantas cada uno, ubicados en el barrio de La Viña, considerado la ‘Zona Cero’ de los seísmos.
Cuatro de los edificios a derribar están ubicados en la calle Herrerías (los números 11, 13, 15 y 17) y otros cuatro en la calle Jardineros (16, 18, 20 y 22), dos vías en las que se han sucedido las demoliciones y en las que prácticamente ninguna estructura queda ya en pie.
El portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, Francisco José García García, explicó que los vecinos de estos edificios han podido rescatar la mayor parte de sus enseres personales en los últimos días con asistencia técnica, después de que el consistorio les comunicara el decreto de derribo.
También está prevista la demolición por «ruina técnica» de seis de los 15 bloques de viviendas del barrio de San Fernando, un complejo de antiguas viviendas sociales donde residían unas 900 personas.
El alcalde, Francisco Jódar, mantendrá una reunión con los presidentes de las comunidades de propietarios en los próximos días para informales de las decisiones municipales relacionadas con este complejo de 232 viviendas, parte de las cuales pertenecen al Instituto de Vivienda y Suelo de la Región.
García negó que el consistorio haya aprobado el decreto de demolición del residencial San Mateo, ubicado en el centro de la ciudad, en la avenida Juan Carlos I, compuesto por seis escaleras y más de 80 viviendas. Con su derribo se especula desde los días siguientes a los seísmos por lo compleja que resultaría la demolición ya que el residencial tiene forma de herradura y su abatimiento requería el desalojo de dos manzanas de inmuebles contiguos y varias semanas de trabajo con el corte al tráfico de la principal arteria de la ciudad y el cierre de decenas de negocios. Además los técnicos evalúan esta semana el destino final de otros 80 edificios con graves problemas estructurales, cuya conservación o derribo aún no está decidida.
La ‘Casa del reloj’
En el recinto histórico de la ciudad también se encuentra otro inmueble cuyo destino será decidido en las próximas horas por los técnicos. Se trata de la conocida como ‘Casa del reloj’, situada entre las calles Fernando el Santo y Padre García.
Toda la zona ha sido acordonada en previsión de que se pueda derrumbar, como ya ocurrió con otro edificio de esta misma calle y con fachada también a la calle Zorrilla. El portavoz municipal también se refirió al destino del inmueble conocido como la ‘Antigua lechería’. «Los técnicos han estado examinándolo. Aparentemente por fuera no sufre importantes daños, pero el interior está mal, bastante mal. Está pendiente de lo que decidan los técnicos de Urbanismo», señaló García.
Las tareas de demolición se están agilizando estos días ya que el plazo concluye el próximo 4 o 5 de agosto. El Ayuntamiento se plantea pedir una moratoria al Gobierno de la Nación. «Solo se financiarán los trabajos ejecutados y finalizados en esa fecha, por lo que estos días se está haciendo une sfuerzo adicional. Hay pendientes 80 derribos que deberán apresurarse para tener cabida dentro de las fechas previstas en el Decreto».
Fuente: La Verdad