- Ladera del Castillo más cercana a los barrios altos en la que se actuará con urgencia con colocación de mallas metálicas para evitar nuevas caídas de rocas. :: PACO ALONSO / AGM
La carretera de circunvalación del Castillo está cerrada a cal y canto en la rotonda cercana a Santa María y en las proximidades de Los Pilones. Las vallas actuales se van a incrementar para que ni siquiera puedan pasar los peatones, ante el grave riesgo de que se repitan los desprendimientos de rocas y pueda producirse un accidente.
Además, se han cerrado igualmente las dos salidas que existen a esa carretera desde las partes altas de los barrios de Santa María y San Pedro. Unas puertas metálicas con candados posibilitarán el paso en el caso de alguna emergencia. El edil de Obras, Ángel Meca, justifica estas medidas tan rígidas «en los informes técnicos que aconsejan eliminar de forma total todo tipo de circulación por esa carretera».
Expertos de una empresa de ingeniería asturiana, que realizaron estudios sobre la consolidación de las rocas, y un proyecto que llevó a cabo la constructora Ferrovial, en el segundo semestre del año pasado, y un equipo de especialistas en escalada de esta última empresa trabajaban ayer, después de recorrer todo el perímetro de la ladera, en un proyecto de urgencia para eliminar los riesgos.
En principio se han establecido, como explica Ángel Meca, dos zonas prioritarias de actuación. La denominada zona uno, comprende el vértice norte de la fortaleza, en el que las rocas cayeron hasta la rotonda junto a Santa María. En esa zona, además, los desprendimientos afectan también a un parte de la muralla de la fortaleza.
Simultáneamente se actuará en la ladera comprendida entre los depósitos de agua, situados en la carretera de circunvalación, y las proximidades de la torre Alfonsina. Esta zona es la más cercana a los barrios altos y la que podría provocar daños en viviendas si se repitieran los desprendimientos.
El procedimientos de actuación será similar al empleado el año pasado en una superficie de 2.500 metros cuadrados, que se cubrieron con unas mallas metálicas ancladas al terreno con barras de acero de nueve metros de largo.
La eficacia de la solución quedó de manifiesto el pasado 11 de mayo, como recoge un informe del Instituto Geológico y Minero de España, en el que se dice que «merece destacarse que las medidas de estabilización del frente rocoso de la falda sur del cerro del Castillo de Lorca han funcionado adecuadamente, evitando lo que hubiera supuesto un agravamiento de los daños producidos por el terremoto, y quizá un mayor número de víctimas, en particular en las viviendas situadas justo debajo del acantilado».
Una vez aplicado el sistema de mallas metálicas a estas dos zonas, Meca asegura que podría reabrirse el vial de circunvalación más próximo a la ciudad, con semáforos para permitir el paso en ambos sentidos. «Hay que tener en cuenta que de esa forma, desaparecido el riesgo, se podría paliar en parte el impacto negativo que sufren las obras de reparación y finalización del Parador de Turismo y el funcionamiento del parque temático La Fortaleza del Sol», señala Meca.
Pero no terminarán aquí los problemas puesto que los técnicos también han señalizado otras dos zonas como muy peligrosas, en este caso en la parte de la ladera que mira al río. El presupuesto total para estabilizar todo el cerro del Castillo ronda los cuatro millones de euros, por lo que los trabajos tendrán que hacerse en fases. La carretera por esa parte seguirá cortada.
Meca afirma que «como el decreto del Gobierno sólo incluye el 50% de los gastos, vamos a intentar que se llegue al 100% por tratarse de una actuación de emergencia».
Fuente: La Verdad