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Solo las iglesias de San José y San Pedro pueden seguir abiertas al culto

Estado en que ha quedado la iglesia de Santiago. :: L V

Estado en que ha quedado la iglesia de Santiago. :: L V

Solo dos de las parroquias de la ciudad pueden abrir de nuevo sus puertas a los fieles tras los trabajos de emergencia llevados a cabo. Todos los templos, en mayor o menor medida, se han visto afectados por los recientes terremotos. Las únicas iglesias que en este momento no están clausuradas son las de San Pedro y San José, aunque en ellas se han tenido que hacer determinados trabajos de protección.

El resto de los edificios eclesiásticos presentan tal tipo de daños que, lo más probable, es que tengan que transcurrir meses para poder rehabilitarlos y, además, con fuertes inversiones. Según el Obispado de Cartagena, salvo los que se colapsaron completamente con el terremoto, las demás iglesias «están apuntaladas o estabilizadas y se están realizando mediciones para comprobar que los sistemas de apeo y apuntalamiento están funcionando de forma correcta».

Los trabajos de emergencia también han consistido en la eliminación de los elementos inestables de los edificios, que podían causar daños a las personas o propiedades por caídas hacia la vía pública. Algunas de las torres más problemáticas, como son las de San Francisco y San Mateo, se han sujetado con andamios.

Fuentes del Obispado han señalado que, en las próximas semanas, los técnicos redactarán los perceptivos informes y, a continuación, los proyectos de reparación de todos los templos, con el fin de enviarlos a los organismos competentes, Ayuntamiento y Comunidad Autónoma, para obtener la aprobación de los mismos.

Mientras se normaliza la situación, las parroquias han habilitado locales en los que realizar los servicios religiosos. Unas, como San Mateo y Santiago, aprovechan sus propios salones parroquiales que se encuentran en otros edificios y no presentan daños de consideración. La parroquia de El Carmen ha trasladado sus actividades a la capilla de la residencia de Asprodes, en la calle Pérez Casas, y para la bodas está utilizando el Calvario.

La parroquia de Cristo Rey, sobre la que cayó en parte un edificio en La Viña está utilizando la ermita de Torrecilla; y la de la Virgen de las Huertas alterna una carpa en el atrio para los actos más numerosos y un salón del convento para las misas diarias. Por cierto que los actos en honor de la Patrona de este mes de mayo quedaron suspendidos en su totalidad.

El monasterio de las Clarisas, con daños importantes en la iglesia y convento, mantiene las misas en uno de los nuevos salones. Las dos iglesias del Barrio también están cerradas. En San Cristóbal, se utiliza para el culto la capilla del Cristo de la Sangre, y en San Diego una carpa instalada en el huerto de la residencia de ancianos.

Otros templos lorquinos que no reanudan el culto de ninguna manera son los de San Patricio, Capilla del Rosario y San Francisco, estos dos últimos las sedes religiosas de los Pasos Blanco y Azul. También iglesias de algunas pedanías cercanas a la ciudad se han visto afectadas, y se han tenido que cerrar la de San José del Consejero y la de La Parroquia. Siguen abiertas, tras apuntalamientos, las de La Hoya y Santa Gertrudis.

Fuente: La Verdad