
El claustro del antiguo convento de San Francisco tras serle retirados los andamios que lo cubrían. / Sonia M. Lario / AGM
El Museo Azul de la Semana Santa (Mass) será una realidad en pocas semanas. Hasta medio centenar de obreros trabajan estos días en el antiguo convento de San Francisco para procurar la conclusión de los trabajos para la fecha prevista de inauguración, en torno a abril o mayo. Estos días ha comenzado, por tanto, la recta final de la restauración, que permitirá también habilitar espacio suficiente destinado a los preparativos de Semana Santa de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.
En unos días las nuevas salas podrán albergar el vestuario de los cientos de personajes que procesionarán en los Desfiles Bíblico Pasionales dentro del cortejo azul. La zona que se habilitará para el trabajo de los cofrades durante esas semanas y las previas está recibiendo los últimos retoques. Estos días también se han retirado los andamios del claustro del antiguo convento de San Francisco, por lo que ya se puede contemplar prácticamente en su totalidad el resultado final de la obra.
Se han colocado los marcos de madera y en las ventanas de la segunda planta incluso los cristales. Se trabaja en los arcos de la planta baja, cuya galería porticada estará acristalada y en su interior exhibirá mantos bordados en oro y sedas e incluso algún carro. Pero la última sorpresa de las obras, que no han estado exentas de hallazgos desde su inicio, está en el Carrerón de San Francisco. Allí, muy cerca de la entrada y detrás de un tabique, se ha encontrado la primitiva puerta principal del templo.
Inicialmente los técnicos han determinado que no se abra, ya que la apertura ocasionaría la pérdida de una de las capillas laterales de San Francisco. Sin embargo, los visitantes al Museo Azul de la Semana Santa podrán conocer de su existencia, ya que se señalizará el espacio tal y como era, cuando daba acceso desde la calle Honda. El carrerón ha sido también protagonista en las últimas semanas por la profusión de pinturas que han aparecido. Todas las catas efectuadas han arrojado datos favorables, por lo que se dedujo que era un espacio cubierto en su totalidad por pinturas e inscripciones, que han comenzado a ver la luz tras ser levantado el yeso que las cubría.
El suelo en este espacio está colocado casi en su totalidad, como también en las distintas plantas de claustro. Falta el techo de madera y cristal que cubrirá el espacio central, que se colocará en las próximas semanas. Las obras, que dependen de la Fundación Paso Azul, están a punto de entrar en la fase de acabados, como reconoció el presidente de la Fundación Paso Azul, Andrés Espinosa Carrasco. En breve podría comenzar la musealización del que será museo más grande de la Región. También se trabaja en la rehabilitación de la torre campanario, que resultó gravemente dañada como consecuencia de los terremotos.
Fuente: La Verdad de Murcia