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La segunda fase del santuario permitirá cambiar las cubiertas y restaurar los murales

El padre Valenzuela, actual superior del convento, observa las pinturas aparecidas. / Paco Alonso

El padre Valenzuela, actual superior del convento, observa las pinturas aparecidas. / Paco Alonso

El proyecto para la segunda fase de las obras de restauración del santuario patronal de la Virgen de las Huertas, que sufrió importantes daños en los terremotos de 2011, y que vendrá a completar los trabajos de emergencia que se llevaron a cabo a raíz de la catástrofe para garantizar la estabilidad del edificio, incluido el campanario, ha recibido el beneplácito tanto a nivel regional como del Ministerio de Cultura, cuyo Instituto del Patrimonio Cultural de España es el que va a financiar estas obras.

Este proyecto, redactado por el arquitecto Francisco Jurado, que fue el que dirigió las obras de emergencia, contempla consolidación total del templo y la restauración de todas las partes del mismo que no se contemplaban en la primera fase. Uno de los objetivos primordiales es la mejora de las cubiertas del templo, formadas en su mayor parte con rollizos y ripia de madera que tiene grandes deformaciones, en buena parte debido a la sobrecarga de hormigón, con un grosor entre ocho y diez centímetros, que se añadió en anteriores intervenciones.

Incluso, en algunos casos existen refuerzos puntuales con piezas metálicas, apuntalamientos y acuñaciones con tablones. Todo este peso sobre la estructura de madera constituye, en opinión de los técnicos, un factor de riesgo en caso de nuevos movimientos sísmicos. Para eliminar el problema se plantea en el proyecto la retirar el hormigón existente en todas las cubiertas de la iglesia y la sustitución de las piezas de madera excesivamente deformadas, reutilizando la teja existente.

Otro de los objetivos es la restauración de las pinturas murales deterioradas. En esa situación están los lunetos de la nave central que no sufrieron graves daños y para los que se proyecta una limpieza general por técnicos especializados. Más complicado será el tratamiento al luneto de San Buenaventura, situado en el crucero, en el lado del Evangelio. El terremoto produjo un desprendimiento parcial que fue restaurado de emergencia en 2012. Con los fragmentos desprendidos se hizo una clasificación para volver a colocarlos en su lugar en esta segunda fase.

La capilla del Corazón de Jesús también ofrece especial interés porque el terremoto provocó el desprendimiento de una capa de pintura que dejó al descubierto otra inferior. Se hizo una restauración de emergencia y ahora lo que se pretende es completarla. Algo más complicado para los restaurados es la capilla del lado de la Epístola en la que se tiene que realizar la recuperación y reintegración de los fragmentos de pinturas que se cayeron y que están guardados, basándose en documentos fotográficos porque no existe documentación alguna sobre esas pinturas.

Iluminación con menos calor

También se continuará el proceso de cambio de la iluminación con el sistema de lámparas leds que tienen una menor aportación de calor y menos gasto energético. Se eliminarán todas las luminarias incandescentes que afectaban muy negativamente a la conservación de las pinturas murales. Esta nueva iluminación se instalará también en todos los espacios de comunicación.

Otro de los cambios que incluye el proyecto de la segunda fase es la modificación de uno de los accesos al complejo conventual. Concretamente en la puerta sur, que está en la esquina sureste del claustro, se plantea un nuevo núcleo constituido por una escalera de tres tramos que envolverán a un ascensor, para facilitar la accesibilidad en el interior eliminando desniveles. La dos escaleras que existen, una desde la sacristía a la planta primera del ala este, cuyo volumen emerge sobre la cubierta de la sacristía, y otra desde la planta primera a la segunda, situada sobre una capilla del lado de la Epístola, con importantes grietas tras el seísmo en los muros de carga. Esta escalera será eliminada para así regularizar las cubiertas en sus vertientes.

Igualmente se repondrá el púlpito que fue retirado durante la intervención de emergencia de 2011. Toda la cerrajería de forja está embalada y almacenada para volver a colocarla con un nuevo peldañeo de madera.

Fuente: La Verdad de Murcia