Las obras, presupuestadas en algo más de 240.000 euros y financiadas por la Dirección General de Bienes Culturales, «se prolongarán a lo largo de los próximos tres meses», según adelanta a ‘La Verdad’ la concejal de Cultura, Sandra Martínez. Este mes de agosto «está previsto que no paren las obras si no surge ningún problema con los proveedores de materiales», añade Martínez, para que los trabajos concluyan en el plazo inicialmente acordado.
Las restauración abarcará todo el edificio, el interior, el exterior y los jardines. Entre las novedades del proyecto destaca que el sótano, antes no visitable, tendrá ahora un uso expositivo. También se instalará una escalera de evacuación, de obligatorio cumplimiento, al darle a este espacio un uso expositivo.
La mansión decimonónica será accesible a personas con movilidad reducida
Para corregir la aparición de humedades en el sótano, se ha instalado un sistema inalámbrico para su eliminación, con lo que se evita tener que cavar zanjas que puedan dañar el exterior.
13.000 libros guardados
Desde 2003, ha estado guardada en el sótano del palacete y sin posibilidad de consulta la biblioteca personal del geógrafo lorquino Horacio Capel, compuesta por casi 13.000 volúmenes, que fue donada a la ciudad. Los libros han sido trasladados al Archivo Histórico, donde están siendo convenientemente catalogados e inventariados para ponerlos a disposición de los investigadores. Se cumplirá así el deseo del catedrático, que al donar su biblioteca pretendía que esos fondos y los cedidos por otros expertos de universidades nacionales e internacionales sirvieran para crear una colección especializada en el ámbito de las ciencias sociales.
El proyecto para rehabilitar la casa palaciega del Huerto Ruano ha sido la excusa para que el Ayuntamiento se replantee los usos del inmueble, que será dedicado íntegramente a exposiciones. El edificio se adaptará a personas con movilidad reducida al permitirse el acceso al ascensor por la parte posterior, ahora en desuso.
La planta principal precisa de una profunda restauración para eliminar fisuras, grietas y desconchados derivados de los seísmos. En esta planta destaca el salón neonazarita, cuya decoración cuenta con arcos de herradura, arcos polilobulados, azulejería y yeserías policromadas.
Con la reforma, se instalará un nuevo sistema eléctrico para dotar al edificio de una mejor iluminación. Y se colocará también hilo musical independiente en cada planta. Se actuará también en el jardín, donde destacan esculturas de Campillo y Gabarrón.