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El antiguo acceso al barrio judío del castillo se convertirá en un mirador

En la muralla se pueden contemplar los tramos más antiguos, los que se han reconstruido con piedra y otros con hormigón ciclópeo. / Paco Alonso

En la muralla se pueden contemplar los tramos más antiguos, los que se han reconstruido con piedra y otros con hormigón ciclópeo. / Paco Alonso

La Puerta del Pescado o Puerta de Alcalá que daba acceso al barrio de Alcalá -lo que es la judería del castillo- se ha recuperado dentro de las actuaciones que se llevan a cabo en el recinto fortificado para rehabilitar unos 250 metros lineales de muralla. Esta puerta de recodo ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de la historia que incluso la convirtieron, tras ser tapiada, en un polvorín cuando la alcazaba acogió un cuartel militar en el siglo XIX. Las últimas reformas van a permitir crear un mirador. Para ello, se han retirado las piedras que tapiaban su entrada y descarnado los muros hasta encontrar parte del arco primitivo.

La bóveda posterior se mantendrá, lo que ha obligado a colocar una especie de sustento de acero al que se ha adosado un arco del mismo material. Los visitantes podrán asomarse desde lo que será una especie de balcón. Inicialmente no está previsto que se acometan nuevos trabajos que permitan recuperar la subida hasta esta puerta de la alcazaba, aunque en un futuro podrían llevarse a cabo, según la concejal de Patrimonio, Sandra Martínez.

Las actuaciones en la muralla del castillo, que están dirigidas por el arquitecto Francisco Jurado, delimitan lo antiguo de lo actual. En los lugares en que se produjo la desaparición total de la muralla, no se ha reconstruido, sino sustituido por un muro de hormigón ciclópeo de cal, encofrado con tablilla delgada, en un plano más retrasado, para que quede visible y obvio su aspecto totalmente distinto al resto de la muralla de piedra. Son los preceptos marcados por el Instituto de Patrimonio de no imitar lo antiguo. Los trabajos han incluido el recrecimiento de la muralla original para el que se están utilizando piedras que se desprendieron y que quedaron en la ladera.

Los trabajos, auspiciados por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, están en la fase final de su ejecución. El presupuesto invertido es de casi medio millón de euros. Cuando concluyan se habrá recuperado la zona de la muralla que en peor estado de conservación se encontraba, lo que suponía un riesgo para los visitantes de la alcazaba.

La restauración también ha permitido la recuperación de la antigua puerta de acceso al Castillo, la Puerta del Refugio, situada junto a la ermita de San Clemente y que data del siglo XVII. Los trabajos en este lugar han ido más lejos que simplemente abrir el vano, ya que también se han rehabilitado los muros de gran parte del camino de acceso.

Ermita del alcázar

Se estudia la posibilidad, según indicó la edil de Patrimonio, de continuar con las actuaciones que permitirían poner en valor nuevamente esa entrada que hace años era el acceso que utilizaban los lorquinos durante la fiesta del patrón, San Clemente. Igualmente, se podrían llevar a cabo excavaciones arqueológicas frente a la ermita de San Clemente con el fin de determinar si los restos de muros de piedra que hay en el lugar pertenecen a la antigua ermita del alcázar.

Martínez afirmó que la intervención ha permitido no solo asegurar las estructuras sino también ponerlas en valor y crear nuevos espacios de valor histórico dentro del castillo. «No solo se han restaurado los tramos dañados, sino que los que desaparecieron han sido recreados».

Fuente: La Verdad de Murcia