Cultura prepara un proyecto para la puesta en valor de la antigua Fuente del Oro, situada en la parte de la avenida de Santa Clara más cercana el puente de San Cristóbal, que se financiará con una subvención que contempla el Plan Director de Recuperación del Patrimonio Cultural tras los daños sufridos a consecuencia de los terremotos de 2011.
La concejal de Cultura, Sandra Martínez, confirmó ayer que los trabajos para redactar este proyecto están en marcha y son paralelos a la presentación de una memoria valorada en petición de que se conceda esa subvención, que está en torno a los 290.000 euros. La explica que ambos trámites van en paralelo y que, en cuanto se reciba al plácet por parte de la comisión que gestiona el Plan Director, se podrían hacer las obras necesarias para que la Fuente del Oro, que está incluida en el catálogo de bienes protegidos, recupere su aspecto original como una obras hidráulica de interés.
Mientras llega ese momento, desde la Concejalía de Obras y Servicios se ha puesto en marcha una actuación para intentar evitar los embalsamientos de agua que eran habituales y limpieza de matorrales que llenaban la zona.
Lo segundo es totalmente realidad y la zona, aunque se aprecia que necesita una intervención a fondo porque hay apuntalamiento de las paredes, por lo menos reduce la sensación de abandono. Pero acabar con las filtraciones de agua parece que es más complicado. Ayer mañana habían conseguido cortar la salida del agua, pero horas después volvió a formarse un charco.
Esta fuente es heredera de la que, con el mismo nombre, existía desde época musulmana cerca de la Velica, junto a las murallas de la ciudad que ahora se están restaurando. El rey Alfonso X el Sabio, por un privilegio, concedió el agua de la Fuente del Oro al Concejo de Lorca en 1269, y un año después, por otro privilegio del mismo monarca, se la dio a la vecindad con prohibición de venderse. Sin embargo, en la mitad del siglo XV, empezó la venta del agua.
La presa que alimenta la fuente desde entonces es transversal al cauce del río y subterránea y ha sufrido repetidos daños como consecuencia de las sucesivas riada del Guadalentín hasta el punto que fuero necesarias varias reparaciones. A mediados del siglo XVIII el Concejo decidió hacer una nueva conducción del agua, nuevos abrevaderos y lavadero, trasladándose este conjunto aguas abajo de su primitivo emplazamiento, al lugar en que ahora se encuentra. El diseño de la fuente lo hizo el maestro mayor del Ayuntamiento de Murcia, Jaime Bort.
Fuente: La Verdad de Murcia