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Estabilizan la iglesia del Carmen a la espera de completar su restauración

Todos los ventanales de la cúpula se han abierto dando menos inclinación al tejado. :: PACO ALONSO / AGM

Todos los ventanales de la cúpula se han abierto dando menos inclinación al tejado. :: PACO ALONSO / AGM

Las obras de rehabilitación de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, para recuperar el edificio de los importantes daños sufridos a consecuencia de los terremotos de mayo de 2011, atraviesan un periodo de paralización, que se prolonga varios meses. La fase de emergencia, en la que el objetivo era frenar el deterioro y estabilizar la situación del templo, se cumplió a la perfección con una inversión de 300.000 euros.

El arquitecto director de los trabajos, Juan de Dios de la Hoz, estima que la continuación de los trabajos depende del ritmo con que se tramite la ayuda concedida por la Comunidad Autónoma de 372.000 euros para llevar a cabo la segunda fase del proyecto, que culminará con la recuperación total de la iglesia y su apertura de nuevo al culto.

De momento, el edificio ha quedo totalmente estabilizado hasta el punto de que el técnico estima que, en el caso de producirse otro seísmo de las mismas características, la iglesia aguantaría bien. Por el exterior apenas se aprecian señales de los daños sufridos, aunque en la fachada falta la escultura que la corona, una imagen de San Elías, que se encuentra en un taller para reparar los desperfectos que sufrió y volverá a lo alto de esa fachada en la próxima fase.

También, para el observador, se pueden apreciar los cambios producidos en la techumbre, que se ha renovado en su totalidad dándole una menor inclinación, con lo que la totalidad de los ventanales de la cúpula, que antes estaban cegados en parte, se han podido abrir. Otro detalle que la intervención ha corregido es el excesivo peso que tenía la anterior techumbre, problema detectado también en otros de los templos, como el de Santiago, en el que se están haciendo trabajos de restauración.

Y volviendo a la fachada, que tuvo que ser apuntalada con una gran estructura de hierro ante el peligro de vuelco hacia la calle, se han hecho varias intervenciones para asegurar su estabilidad, lo que permitió suprimir el andamio, y urea a la nave central para solidarizar el conjunto.

En la parte de la portada que sobresale de la techumbre de la iglesia, se mejoraron los contrafuertes del tímpano con unos tirantes de hierro para sujetarlo mejor y evitar lo que sucedió en el seísmo. Estos trabajos no son visibles desde la calle, pero constituyen una garantía para evitar problemas en el futuro.

La mejora de las impermeabilizaciones en todos los tejados fue un complemento imprescindible para evitar filtraciones en caso de lluvia, que se venían produciendo con anterioridad, con daños sensibles en la estructura del edificio.

Llena de «costurones»

El interior del templo también tuvo que ser revisado a fondo, porque el temblor de tierra provocó desperfectos en los arcos del crucero y grietas en las bóvedas, tanto de la nave central como de las laterales. La bóveda sobre el coro se hundió en buena parte y tuvo que ser sustituida.

Son perfectamente visibles en el interior todos estos deterioros, ya reparados, porque en buena parte se aprecian a simple vista las «cicatrices», y han supuesto la desaparición de parte de la decoración rococó. Destaca la cúpula de cornisa ondulada y un bajorrelieve en estuco policromado con la aparición de la Virgen a San Simón Stock, situado en el presbiterio sobre el camarín de la imagen titular.

Precisamente uno de los trabajos pendientes para la segunda fase es la recuperación total de la decoración y yeserías. También hay que renovar el pavimento, el sistema de iluminación y sonido, carpintería y un serie de detalles complementarios para que la iglesia recupere su aspecto anterior a los terremotos.

Aunque en opinión de los técnicos el templo podría utilizarse en este momento, puesto que su estabilidad es total, la necesidad de llevar a cabo todavía importantes trabajos aconsejan esperar a que estén terminados. Una vez que se adjudique este segunda fase, quedarían de seis a ocho meses de obras para culminar la rehabilitación de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Último templo barroco

El Carmen es la última iglesia barroca que se construyó en Lorca pues fueron muchas las dificultades y oposición por parte de otras órdenes religiosas que no querían que los carmelitas se instalaran en la ciudad. Finalmente, éstos consiguieron licencia paa fundar iglesia y covento bajo la protección Real y del Concejo de la ciudad en 1742.

Cuatro años más tarde comenzaron las obras del templo, que no estuvo terminado hasta tres décadas después. No se conoce el autor del proyecto, aunque se le achaca a un arquitecto de la misma orden del Carmelo, pero sí hay constancia de la intervenciòn de los maestros García Campoy y Fernández Alfaro que llevaron a cabo buena parte de las obras. La fachada es muy interesante con dos cuerpos y frontón.

Fuente: La Verdad de Murcia