Vista de la nave central ya consolidada y sin andamios. :: P. A. / AGM
La reconstrucción de la iglesia de Santiago, el templo que resultó con los mayores daños a consecuencia de los terremotos de 2011, terminará uno a dos meses antes de la fecha inicialmente prevista, que era la de julio de 2014. Así lo indicó ayer el arquitecto director de los trabajos, Juan de Dios de la Hoz, durante una visita que el alcalde, Francisco Jódar, realizó a las obras, mientras explicaba la marcha de las mismas.
El técnico afirmó que en este momento el edificio está totalmente consolidado, con la nueva cúpula muy avanzada y lo que queda, aparte de dar fi a la techumbre, es el acabado general. A partir de este momento, y en paralelo con la continuidad de los trabajos en bóvedas, arcos, muros y pilares, se procederá a la consolidación de las fachadas, paramentos, solados, cerramientos de vidrio, carpinterías y todas las instalaciones del templo, incluye el mobiliario litúrgico. Una de las novedades será la construcción de un nuevo retablo para el altar mayor, del que carecía el templo.
De la Hoz insistió en que el proceso de reconstrucción de la iglesia se lleva a cabo teniendo en cuenta que la recuperación del volumen del edificio anterior al sismo, pero utilizando ligeras estructuras de madera que no alteren su sistema constructivo, eliminando las pesadas losas de hormigón y recuperando y recolocando la mayor cantidad posible de piezas originales de cantería.
A este respecto el arquitecto incidió en que se ha conseguido disminuir, en algo más de 150 toneladas, el peso que soportaba la techumbre y que, en buena parte, fue la causa del hundimiento total del crucero. Todos los sillares recuperados, con un peso cada uno en torno a los 600 kilos, se han vuelto a colocar en su sitio o lo más cerca del lugar en que se encontraban primitivamente. En cuanto a aquellos que resultaron totalmente destruidos, se han hecho réplicas con hormigón.
La drástica disminución del peso y de la rigidez del conjunto y la utilización en lo posible de materiales y técnicas tradicionales se hacen convivir con fábricas modernas, de forma que se puedan mantener los aspectos y acabados de piedra, ladrillo, revocos de cal, teja cerámica, con el volumen y la imagen interior de la madera.
En este sentido, y por aportar algunos datos, De la Hoz puntualizó que a la hora de reconstruir los arcos del crucero, que se vino abajo junto con la cúpula, se han utilizado 24.000 ladrillos macizos con la técnica tradicional, un procedimiento que no es habitual en las construcciones actuales, tiene una enorme dificultad técnica, por lo que se ha mantenido una medición instrumentada de la iglesia, con el fin de controlar las posibles deformaciones que pudieran sufrir los distintos elementos constructivos.
La nave central, en la que hubo que reconstruir parte de la bóveda, ya no tiene andamios, y los que quedan en el crucero irán desapareciendo paulatinamente. Para los técnicos, el ritmo de las obras permite vaticinar que el templo podría reabrirse al culto uno a dos mes antes de lo previsto, al inicio del próximo verano.
La inversión realizada hasta la fecha asciende a 1.226.635 euros, provenientes de los fondos propios de la Diócesis, así como de las cantidades aportadas por la Conferencia Episcopal. Si se suman las primeras obras de emergencia, la inversión en Santiago supera en este momento el 60% del presupuesto previsto que es de 2.530.000 euros.
Fuente: La Verdad de Murcia