El terremoto afectó seriamente al camarín y antecamarín de la Capilla del Rosario, sede religiosa del Paso Blanco. El inicio de la tercera fase de los trabajos de restauración del monumento han dejado al descubierto importantes daños que de no haber sido localizados a tiempo hubieran podido provocar el hundimiento de sus bóvedas y cúpula.
El contratiempo ha llevado a los técnicos a tener que cambiar los métodos de trabajo previstos inicialmente, según explicó ayer en declaraciones a ‘La Verdad’ el arquitecto director de las obras, Juan Carlos Cartagena. El redactor del proyecto afirmó que «el espacio era mínimo y el acceso casi imposible, por lo que se ha tenido que desmontar la cubierta para proceder a su refuerzo».
Al llegar al camarín y antecamarín se encontraron que las grietas eran mucho mayores de lo que se preveía. Los primeros picados para repararlas provocaron desprendimientos. «Se venía, literalmente, encima», señaló el presidente del Paso Blanco, Juan Andrés Ibáñez Vilches.
Esta situación llevó a que se tuvieran que desmontar exteriormente y que así se procediera a su refuerzo y recuperación. «La bóveda estaba totalmente agrietada. Creíamos que solo era daños exteriores, pero cuando comenzamos a trabajar descubrimos que interiormente estaba mucho peor», agregó Cartagena.
Las mejoras están bastante avanzadas y se ha creado un acceso que permitirá futuros arreglos si fuera necesario. Ahora, se trabaja desde el exterior renovando el tejado de las capillas. Para ello, se ha colocado un gran andamiaje que permite llegar hasta las zonas menos accesibles. Para evitar que el agua pudiera entrar hasta el interior, debajo de la teja se está colocando chapa ondulada.
En el interior se han cosido todas las grietas, algunas de grandes dimensiones, y se procede a la restauración de las pinturas que había en el camarín y antecamarín. Por efecto del terremoto muchos fragmentos quedaron desprendidos, pero están siendo adheridos a su lugar de origen por los técnicos. Estos trabajos que no estaban previstos inicialmente no han provocado un retraso en las obras, según explicaron tanto el director de las mismas, como el presidente del Paso Blanco. La finalización de las obras se prevé para finales de este mes o principios de julio.
«Si no hay nada nuevo pretendemos que a principios de julio haya concluido la obra. Queda pendiente aún varias zonas exteriores que tienen que ser restauradas, pero creemos que no habrá mayor problema», dijo Juan Carlos Cartagena.
Todos los daños que se han descubierto estos días son achacables a los terremotos que se produjeron en mayo de 2011. El paso del tiempo, según los técnicos, no provocan deterioros tan importantes como los encontrados en el camarín y antecamarín de la Capilla del Rosario.
La primera y segunda fase de los trabajos en el conjunto monumental de Santo Domingo consistieron en la recuperación de la cúpula. «Esa fase abarcó hasta el presbiterio. Se reforzó todo y se rehabilitaron incluso las pinturas de la parte más alta. La tercera fase se dejó en su totalidad para la recuperación del camarín y las zonas exteriores, pensando que no sería de mucha envergadura», indicaron los técnicos.
La reapertura de la Capilla del Rosario, dentro del conjunto monumental de Santo Domingo, se espera que pueda llevarse a cabo el próximo septiembre. Aún no se han adelantado los actos que podrían llevarse a cabo para conmemorar la efemérides que inicialmente no tendría retrasos, según Ibáñez.
Fuente: La Verdad