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Los bordados toman el patio de butacas

Uno de los bordados de la Semana Santa lorquina. :: P. ALONSO

Uno de los bordados de la Semana Santa lorquina. :: P. ALONSO

Las cofradías de la Semana Santa de Lorca trasladarán hoy a la Asamblea Regional, en Cartagena, mantos, banderas y túnicas bordados en oro y sedas de los que participan en las procesiones. Lo harán para ilustrar una moción del Partido Popular (PP) dirigida a conseguir apoyos institucionales para lograr que la técnica del bordado lorquino sea finalmente declarada Patrimonio de la Humanidad.

La diputada del PP Ana Aquilino adelantó ayer el contenido de la moción que, a instancias de su grupo, será debatida hoy en el Parlamento autonómico. En ella se solicitará al Gobierno regional que acelere la designación de Bien de Interés Cultural (BIC) para la técnica del bordado lorquino, cuyo expediente fue incoado en marzo.

La declaración BIC es paso ineludible para que Lorca pueda formalizar su candidatura a la Unesco para que los bordados, su técnica y su puesta en escena sean considerados para engrosar la lista de elementos o manifestaciones de valor inmaterial protegidos como patrimonio de la humanidad. Durante el debate de la moción también se solicitará a la Comunidad que inste al Gobierno central a que tome «como una prioridad» la declaración de los bordados de Lorca como patrimonio inmaterial y que respalde la candidatura.

Declaración BIC en marcha

La declaración BIC fue solicitada en febrero por la asociación cultural El arte del bordado de Lorca y su puesta en escena en los desfiles bíblico-pasionales, constituida para la promoción de la candidatura lorquina. En el informe que ha servido de base para el inicio del expediente BIC se pone de manifiesto que en Lorca se produce un tipo de bordado llamado ‘culto’ o ‘erudito’, caracterizado por la aplicación de las labores en tejidos de gran calidad y con empleo de materiales nobles como el oro y la seda.

Para su elaboración se siguen dos técnicas, una denominada ‘seda matizada’ y otra llamada ‘canutillo de oro’, añade el informe que también precisa que el arte del bordado comenzó a destacar en Lorca en la época medieval, vinculado a las prendas del ámbito religioso.

En el siglo XVI la ciudad fue un importante centro de producción, que atrajo a «brosladores» que se afincaron en el municipio procedentes de Andalucía. El bordado erudito fue realizado por hombres hasta 1779, cuando una Real Orden de Carlos III autorizó a las mujeres al desarrollo de esta labor artesana, pasando del ámbito religioso al doméstico y despuntando en Lorca con la influencia del ‘punto de figura’ italiano. Esta técnica evolucionó durante el siglo XIX con la aparición de los desfiles bíblico-pasionales de la Semana Santa hasta el punto de convertirse en una manifestación cultural única en la Región, que pervive en la actualidad y que destaca por la suntuosidad y la apariencia pictórica de las piezas textiles.

La salvaguarda de la tradición, en esta moción, «pretende que el oficio de bordador no desaparezca y que pervivan los conocimientos transmitidos de generación en generación, ya que el patrimonio inmaterial no es conservable ni reproducible más que por sus protagonistas».

 

Fuente: La Verdad