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Comienza la restauración de murales en el Santuario Virgen de las Huertas

El templo tras el seísmo.  M. GUILLÉN

El templo tras el seísmo. M. GUILLÉN

El Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R) ha iniciado labores de limpieza y consolidación en las pinturas murales del Santuario de Nuestra Señora de las Huertas en Lorca (Murcia), que tras el terremoto que padeció la ciudad el año pasado corría grave peligro de desprendimiento, al igual que todo el conjunto arquitectónico que las sustenta.

Según la Generalitat, los trabajos de recuperación de las pinturas murales de la cúpula se iniciaron a finales de julio bajo la dirección de la directora del IVC+R, Carmen Pérez, y la coordinación de la técnico de pintura mural del citado instituto, Margarita Doménech, que cuentan con restauradores valencianos y murcianos.

Se trata de una intervención de urgencia por el grave estado del edificio y por tanto de las pinturas, que reflejan «uno de los ciclos franciscanos más extensos y complejos, en cuanto a su significado e iconografía se refiere, de toda la Región de Murcia», declaró la directora del instituto valenciano.

Realizadas por artistas lorquinos
Estas pinturas fueron realizadas entre 1720 y 1760 por los lorquinos Baltasar Martínez Fernández de Espinosa y Antonio José Rebolloso Jiménez. Su temática se basa en la orden franciscana a través de sus principales santos y, especialmente, la vinculación de la Virgen de las Huertas con el pasado de la ciudad y los pasajes milagrosos obrados por su intercesión.

En la cúpula, los principales santos franciscanos se asoman por una balaustrada en trampantojo, para contemplar, en un rompimiento de gloria repleto de ángeles músicos al gusto más barroco, la exaltación y coronación de la Inmaculada Concepción ante la presencia de la Santísima Trinidad y san Francisco de Asís, representado con alas como el serafín. Por otra parte, en las pechinas aparecen cuatro pontífices vinculados con la Orden.

Según declaró la directora del IVC+R, se trata de un «impresionante sermón gráfico», cuyo estado de conservación es «muy deficitario, y ha sido imprescindible protegerlas en muchas zonas donde se tenían que realizar los trabajos arquitectónicos de consolidación». En la actualidad, se trabaja en la limpieza y consolidación de los frescos, así como en la recuperación volumétrica y cromática de las zonas perdidas por el terremoto que azotó la ciudad el pasado 11 de mayo de 2011.

Fuente: La Opinión