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Hallan una torre almohade junto al Porche

El arqueólogo Juan Gallardo señala el pilón descubierto junto a la torre Rojano. :: SONIA M. LARIO / AGM

El arqueólogo Juan Gallardo señala el pilón descubierto junto a la torre Rojano. :: SONIA M. LARIO / AGM

Los daños producidos por los terremotos de mayo de 2011 propiciaron una serie de actuaciones,patrocinadas por el Ministerio de Cultura, con el objetivo de recuperar algunos de los restos medievales que se habían deteriorado. Concretamente, se trabaja en estos momentos en tres puntos de lo que fue la muralla medieval de la ciudad, y en los tres se han descubierto restos de aquella época, cuyo estudio ayudará a entender mejor ese periodo de la historia local.

Tal vez el hallazgo que, a primera vista, puede resultar más llamativo está cerca del Porche de San Antonio. Hace unos años se derrumbó un torreón que había sido reutilizado como vivienda, a pocos metros de la única puerta medieval que queda en la ciudad. El Ayuntamiento consiguió hacerse con la propiedad del solar y ahora, al mismo tiempo que se restaura el Porche, los arqueólogos han estudiado los restos de dicho torreón.

Los trabajos arqueológicos en este lugar y los otros dos puntos de la muralla en que se trabaja, están coordinados bajo la dirección de Juan Gallardo Carrillo y José Ángel González Ballesteros, que son especialistas en fortificaciones medievales y conocedores de la realidad arqueológica de Lorca. Gallardo explica que «como resultado más destacable de los descubrimientos en este punto es la aparición de los restos de un gran torreón de época almohade, que situamos a finales del siglo XII o principios del XIII».

Este hallazgo obliga a modificar el proyecto inicial global que está dirigido por los arquitectos Rafael Pardo Prefasi, Severino Sánchez Sicilia e Inmaculada González Balibrea. La idea original era la de reconstruir la torre cristiana, que tenía 16 metros de frente, y fue la que se derrumbó, pero ahora se hará de forma que queden a la vista los restos islámicos, para que se comprueba cómo eran las técnicas tradicionales del tapial aplicadas a los sistemas defensivos en época andalusí.

Los trabajos en este lugar y en los otros dos tramos que se estudian se van a prolongar hasta el mes de noviembre, con un presupuesto global de 426.000 euros, procedentes del 1% Cultural.

Como la muralla va escondida entre las calles Zapatería y Cava y, en algunos tramos, sobre ella están situadas viviendas, solo se puede intervenir en la zona que los técnicos denominan cortina 17, con acceso desde Zapatería. En este lugar se ha descubierto el antiguo trazado de la época bajomedieval, con lo que «se está permitiendo identificar el recorrido de los diferentes tramos de la muralla escondidos entre ambas calles». Están a la vista la muralla del siglo XIV y restos de edificios del siglo XIX.

El tercer punto de actuación es el entorno de la torre Rojano, a pocos metros del Pósito. El objetivo es recuperar el torreón y los lienzos de muralla que todavía quedan. Son restos de la época islámica que discurren en parte a la vista y continúan por debajo de lo que fue la cárcel.

Al llevar a cabo los trabajos de limpieza se ha descubierto la existencia de lo que debió ser una fuente pública que recibía el agua desde los Pilones. Uno de los vecinos, de edad avanzada, dice recordar que cuando era niño «veía a las bestias que acudían a beber en los pilones de este caño». No está claro, por el momento, isi este caño estaba relacionado con el situado unos metros más abajo, junto a la sede de la Cámara de Comercio. Las obras en la muralla están siendo ejecutadas por la unión de dos empresas locales, GrupoEntorno y Cydemir. La primera de ellas fue la encargada de las excavaciones arqueológicas de la torre del Espolón que fueron las primeras motivadas por los daños de los terremotos.

Fuente: La Verdad