Estructura de madera del suelo de lo que era la biblioteca del palacio. :: P. ALONSO / AGM
Al Palacio de Guevara lo están dejando en los huesos y nunca la expresión pudo ser más acertada. El proyecto de consolidación ahora en marcha supone la limpieza de todos los muros, tanto los interiores como exteriores, con el picado de los enlucidos con lo que aparece el proceso constructivo primitivo.
El objetivo no es otro, como indica el arquitecto Gonzalo Fernández-Ilundaín, uno de los directores de las obras durante una visita a las mismas con los medios informativos y la edil de Cultura, Sandra Martínez, que «la consolidación de la estructura y, de manera muy especial, la escalera principal y la fachada del patio porticado interior. Se está haciendo el sellado de las grietas que aparecen. Algunas son «heridas» de terremotos anteriores a 2011. Y, por descontado, retirada de elementos no originales como el suelo de tarima, los falsos techos, placas de escayola y divisiones modernas de los salones».
Como indica el técnico toda esta labor está permitiendo que se haga un estudio en profundidad del edificio, gracias al cual se descubren los diversos periodos de su construcción, que se hizo en tres etapas, las reformas realizadas a lo largo de su historia y, en suma, todo el proceso de adaptación de sus sucesivos moradores.
Entre los hallazgos aparecen signos de puertas que se cegaron en algún momento, como una en la planta baja que parece era el primitivo acceso al sótano; y otras que se abrieron donde no las había para reformar la distribución de las habitaciones.
Fernández-Ilundain aclara que, en un principio, «pensamos que la parte más dañada por los terremotos del año pasado eran el patio y la escalera principal pero, conforme vamos avanzando en las obras, detectamos que el edificio, que ya estaba bastante deteriorado antes de los seísmos, tiene daños en casi todas las zonas».
En general, y a excepción de la fachada principal y el patio porticado, la construcción es bastante pobre en cuanto a materiales utilizados, pero en el interior conserva elementos muy interesantes y que se están protegiendo, como es el caso de los pavimentos de algunas habitaciones, como ocurre en el Salón Amarillo, por citar un ejemplo.
Un arqueólogo y un restaurador trabajan junto al equipo técnico de las obras para asegurar que el proceso se lleva a cabo con total garantía. Los materiales que se emplean en las reparaciones son del mismo tipo que los originales, con mortero de cal y ladrillos de tejar. Nada de cementos ni resinas, para que el inmueble conserve su aspecto más original.
Cuando termine este proyetco de consolidación la distribución interior del edificio quedará tal y como se diseñó en sus comienzos, preparada para una siguiente fase que es la de musealización. Incluso contará con una nueva instalacion eléctrica básica para que no sea necesario volver a picar las paredes.
Fuente: La Verdad