La celebración del Corpus Christi en la ciudad es toda una incógnita en estos momentos. Aún se desconoce si habrá procesión o si ésta quedará reducida a un corto desfile, como ya ocurriera el pasado año. Lo que sí se sabe es que la Custodia del siglo XVIII con el Santísimo no podrá salir de la Colegiata de San Patricio porque permanece aún clausurada tras los terremotos del pasado año.
Las obras que se ejecutan en su interior hacen imposible que la carroza pueda salir del templo, por lo que aún no se sabe si la Custodia con el Santísimo será portada a mano. Esperan tomar la decisión en los próximos días, según explicó en declaraciones a ‘La Verdad’ el vicario episcopal, Francisco Fructuoso Andrés, quien afirmó que «el Corpus Christi se celebrará con una misa en la Plaza de España, como ya ocurriera el pasado año».
No tocarán las campanas de la Colegiata de San Patricio. Lo desaconsejan los técnicos por el estado en que se encuentra no solo el templo, sino también los inmuebles más inmediatos. El desfile por las calles del recinto histórico también está pendiente de lo que digan los expertos, ya que todavía hay viviendas que están pendientes de demolición. «Tenemos que concretar muchos detalles todavía, como el itinerario. Si se puede hacer el habitual, se hará, de lo contrario, se recortará como ya ocurrió el año pasado», agregó Fructuoso Andrés.
Ministriles desde el siglo XVI
La Plaza de España será escenario días antes del Corpus Christi del toque de ministriles. Aún se desconoce si podrá celebrarse, ya que para ello es necesario la intervención de las campanas de la Colegiata de San Patricio, mudas desde hace un año.
Esta tradición musical se remonta al siglo XVIII, aunque está fehacientemente constatada por documentos del Archivo Municipal la existencia de unos músicos al servicio del Concejo de la ciudad desde el siglo XVI.
Estos músicos dependían desde la segunda mitad del siglo XVI del propio Concejo. Asistían a las funciones del coro de San Patricio, a las misas efectuadas en el Ayuntamiento y a los actos en que corporativamente acudía el Concejo, teniendo la obligación de interpretar su música al recibir y despedir a la Corporación.
Aquellos primeros ‘ministriles concejiles’ usaban como instrumentos tres chirimías (flautas dulces) y un sacabuche (trombón de varas). La que actualmente se interpreta, en opinión de musicólogos especialistas, corresponde al último tercio del siglo XVIII, con cierto parecido a determinada marcha de origen austriaco de este mismo periodo.
De ello se deduce que al menos son dos los siglos de permanencia y costumbre de estos sones característicos, así como su ritual conocido. Desde finales de 1985, con motivo de la presentación de la bandera de Lorca, la ‘Marcha de Ministriles’ se ha interpretado cíclicamente en toda ocasión importante como la más representativa de la ciudad junto a la ‘Llamada de clarineros’.
El viernes anterior a la celebración del Corpus Christi se celebrará el tradicional acto cívico-religioso-musical de convocar a la procesión. Desde el siglo XVIII se viene celebrando, salvo determinados periodos. Clarineros y ministriles, los dos grupos de músicos que representan respectivamente al Concejo de la ciudad y al clero, a las doce en punto, inician este protocolo musical que se combina con el repique de las campanas de San Patricio.
Los dos clarineros se sitúan en la balconada del Ayuntamiento, mientras los ministriles, grupo de cuatro músicos, lo hacen en las Salas Capitulares de la Colegiata. Los primero interpretan el toque a Cabildo, mientras que los segundos lo hacen con la marcha de ministriles, por tres veces, intercalando antes de cada intervención repiques de campanas.
Ambas composiciones musicales fueron instrumentalizadas por el director de la Banda Municipal de Música, Antonio Manzanera. La costumbre marcaba que el anuncio se realizase la víspera de la procesión, pero para darle mayor difusión se cambió al viernes anterior.
Fuente: La Verdad